Insólito: diez armas sobre un ataúd: la despedida de un 'angelito del mal' en Puerto Tejada, norte del Cauca

Una fila de diez armas de fuego, revólveres, pistolas, tal vez una que otra hechiza, reposa con frialdad encima de un ataúd blanco, justo en el centro de un improvisado altar fúnebre. El féretro está abierto, expone el rostro joven e inerte de quien en vida fue conocido como el angelito del mal de la 23. Flores artificiales, una motocicleta de alto cilindraje y dos parlantes que escupen trap y reguetón de guerra, rodean la escena.

Esto no ocurre en una película de narcos. No es un videoclip, es real y habría sucedido en Puerto Tejada, norte del Cauca.

La canción que retumba en el sepelio es ‘Estrés Postraumático’, de Anuel AA, cuyo coro declara con crudeza: "La cuarentona en mi biblia porque me da fe ¡Brr!, así suena cuando yo la prendo".

La letra es un testimonio de violencia, de un estilo de vida atravesado por la muerte, por la calle, por la guerra sin bandera, pero con muchos códigos. La música deja de ser solo fondo para convertirse en manifiesto. El ataúd, entonces, ya no es un objeto de despedida, sino un altar de culto a una vida corta, pero intensa. A una muerte que llegó como consecuencia previsible, y aun así celebrada, convertida en símbolo.

Fiscalía y Policía investigan lo ocurrido.

Se presume que el joven pertenecía a una estructura barrial con vínculos armados. No se sabe con certeza si murió en una confrontación, por ajuste de cuentas, o por una bala perdida. Lo que sí queda claro es que su nombre ya circula en redes, convertido en mártir por los suyos.

Puerto Tejada, como otros municipios del norte del Cauca, viene siendo golpeado por múltiples factores: presencia de disidencias, bandas locales, microtráfico, y una ausencia estructural del Estado en materia de oportunidades reales para jóvenes que buscan poder, dinero o respeto rápido.

Grupos como ‘Los Mikers’, ‘Los Humans’, ‘Los Pumas’, ‘La Sin Futuro’ y otras 28 pandillas operan con libertad en todo el municipio, imponiendo reglas y límites invisibles a la población.

En barrios como Villa Clarita, El Jardín, Los Sauces, Cancelena, La Esperanza, Carlos Alberto Guzmán, Santa Elena, Urbanización El Triunfo, El Centro, Brisas del Río, Altos del Rosario, Nuevo Horizonte, El Progreso, La Cabaña, Los Comuneros, Urbanización Cañaveral, La Ceiba, Las Palmas, La Arboleda, Las Acacias, Las Margaritas, Villa del Sur, El Porvenir, Villa Nueva, Urbanización Santa Cruz, La Paz, Urbanización San Carlos, Urbanización Villa Fanny, Urbanización Villa Norte, Barrio 12 de Octubre, entre otros, la comunidad denuncia una guerra entre estructuras delincuenciales ligadas al microtráfico y la extorsión.