Lago Calima, la joya del turismo vallecaucano que se ha convertido en el botín de disputa de grupos armados

Con una voz grave que por momentos se vuelve ronca, casi impostada, como si quisiera rugir para producir ciertos niveles de intimidación en una escala de terror, es la que produce un hombre vestido de camuflado y con una pañoleta negra que tapa parte de su boca y nariz, mientras lee un comunicado, acompañado de otra persona vestida como él.

“La presente es para solicitarles que hagan acto de presencia a una reunión que se les informará fecha, hora y lugar vía WhatsApp”, empieza la lectura del mensaje que se puede ver a través de un video a punto de pixelarse, que pareciera grabado con la cámara de un celular de finales de los años 90 o 2004.

Este mensaje tiene con los pelos de punta a varios comerciantes y personas que habitualmente suelen frecuentar este municipio para pasar días de descanso, realizar actividades deportivas o simplemente disfrutar de un turismo encantador que lo ha convertido en una de las ‘joyas de la corona’ del departamento.

Ante un visible ambiente de miedo en una zona en que este tipo de intimidaciones no existían, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, quiere actuar rápido y no permitir que este tipo de situaciones empiecen a tomar ventaja.

"Después de haber conocido este video que circula en las redes sociales en donde unos presuntos disidentes de las Farc han estado amenazando a algunos comerciantes, queremos decirles que la Fuerza Pública ya está actuando, nos va a dar la seguridad. Nosotros estamos trabajando activamente para garantizar la seguridad a los habitantes de Calima El Darién y no solamente a los habitantes del municipio, sino a todos los turistas que van a visitarlo ahora en esta época de vacaciones", manifestó la mandataria.

Entre tanto, el secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle del Cauca, Guillermo Londoño, indicó que por el momento, a través de ciberinteligencia, adelantan las verificaciones para determinar la veracidad del video.

Y anotó: “Se ha realizado una mesa técnica de seguridad con los comerciantes del municipio, la Alcaldía y nuestras capacidades del Gaula para poder dar todo el acompañamiento a nuestros comerciantes y poder recibir las denuncias a que haya lugar de los comerciantes y ciudadanos que hayan recibido de forma individual alguna llamada extorsiva”.

“En Calima El Darién se lleva a cabo una operación en profundidad en lo que es el cañón del río Bravo para contener la amenaza. No solamente la 'Jaime Martínez' con su estructura 'Wilson González', sino que también estamos atacando al Clan del Golfo", manifestó el general Juan Oduber Rendón, comandante de la Tercera Brigada del Ejército.

Aunque desde las autoridades departamentales realizan acciones para tratar de mantener la seguridad en esta zona del centro del Valle del Cauca, la realidad es que se asoman grupos armados ilegales poderosos que ven a Calima El Darién como un botín perfecto para aceitar el engranaje de sus maquinarias del crimen organizado.

Desde su punto de vista, este incremento en el accionar y la consolidación que realizan grupos delincuenciales en esa zona, tiene mucho que ver con lo que pasa en el Cauca y sur del Valle.

“La droga que tradicionalmente vienen sacando del sur del Tolima, Huila y Caquetá, hacia el Pacífico, en virtud de los controles que está haciendo la Fuerza Pública en el Cauca, está obligando a que los bandidos comiencen a proyectar otras rutas”, explicó el analista.

Asegura que el trasfondo de lo que pasa en Calima El Darién es: “El movimiento de grandes cantidades de droga que grupos armados mueven a través del Cañón de las Hermosas y comienzan a bajarlas desde la parte alta de Buga, de Tuluá. De allí la mueven por Calima con destino a Buenaventura. Esa es una ruta que están abriendo para poder suplir lo que está pasando con el Cauca y sur del Valle frente a las operaciones militares que están bloqueando ese corredor de movilidad de los narcotraficantes”.

El fortalecimiento de este corredor es vital para las economías ilícitas. Según la Comisión de la Verdad, la ruta anteriormente mencionada es considerada el lugar de nacimiento de las Farc.

“En 1966, el Comando Conjunto Central de las Farc tuvo una marcada presencia al sur del Tolima. Desde su llegada a la región, incentivó la siembra de la amapola y se convirtió en un agente regulador de las economías ilícitas”, indicó dicho informe.

Para el analista de conflicto y Paz, Diego Arias, lo que ocurre en Calima El Darién es el reflejo de la oportunidad que tiene un grupo armado para expandirse con rentas ilícitas.

“Un grupo armado ilegal siempre está atento a ver, a identificar y sacar provecho de oportunidades para expandirse. Y esa expansión está ligada íntimamente con las posibilidades de captura de rentas legales y también de ingresos de actividades ilegales. De manera que esta zona del Valle, en términos de ser una zona turística, de tener propiedades de distinto tipo para el veraneo, de gente que eventualmente se asume en estos grupos que son personas con poder adquisitivo, pues se vuelve un objetivo, digamos, de los grupos para los fines de extorsión y eventualmente para la actividad de secuestro”, comentó Arias.

Es por eso que espera a que “ojalá no prospere esta circunstancia en esta zona que todos los vallecaucanos apreciamos y ojalá las autoridades mantengan el control, la seguridad y puedan dar garantías, tanto a propietarios como a las personas que nutren la actividad turística en esta importante región del departamento”.

Sostiene que históricamente, grupos como el Eln han manejado la zona, sin embargo, en los últimos años, sostienen fuertes disputas con las disidencias, el Clan del Golfo y grupos delincuenciales.

Además, visualizan que ya se van a construir dos nuevos batallones de alta montaña, lo que les cerraría más el cerco de sus actividades ilícitas y asfixiaría sus economías. 

De manera reciente, desde la gobernación del Valle del Cauca entregaron los lotes para la construcción de batallones de alta montaña, que permitan frenar el avance delictivo de grupos armados.

“Al respecto, quiero precisar que esa medida no va solucionar la situación de desorden público en la zona”, comentó.

“Un batallón implica el traer de otras regiones del país los cuadros de mando, es decir oficiales y suboficiales para integrar la planta de personal de esa nueva unidad y en esa forma se le quitará a otros batallones, soldados, abriendo espacios en otras localidades que serán aprovechados por los delincuentes” explica Przychodny Jaramillo, quien también es brigadier general de la reserva activa del Ejército.

“En la zona de Jamundí, fue asignado el Batallón Pichincha, el cual está haciendo un excelente trabajo. Lo más acertado para garantizar la seguridad del territorio es completar la planta de personal del Batallón Pichincha que hoy está cerca del 60 % de sus efectivos”, aseguró el analista militar.

Mientras se buscan soluciones a esta problemática, habitantes de la zona esperan que la presencia de las autoridades sea más continua y no la flor de un solo día para agar un incendio temporada con cara de convertirse en una peligrosa llamarada.

JOSÉ ANTONIO MINOTA HURTADO

EL TIEMPO CASA EDITORIAL

CALI