'Me pasa el fierro y 50 mil para taxi': el sicario, el mensajero y el abogado que enredaron al presidente del Cali
Humberto Arias, presidente del Cali Foto:@AsoDeportCali y @UVerdiblanco

"Pasamos a actuar, nos movimos de donde estábamos. El conductor del carro me pasa el fierro, un revólver calibre 38 y un billete de 50.000 para el taxi, y me dice: 'Dios lo bendiga'. Y yo me bajo a hacer la vuelta".
Esta es parte de la declaración del interrogatorio que rindió el hombre señalado de ser el sicario que por 2 millones de pesos le disparó al contador Carlos Alberto Sarria Posada, el sábado 24 de enero de 2015, cuando se encontraba en un establecimiento de comidas en el parque del Perro, en el sur de Cali, con el abogado José Fernando Hinestrosa Mejía, quien está preso.
Jerson Javier Valverde Rodríguez es el sicario que aceptó el cargo de haber disparado a Sarria y recibió sentencia condenatoria por ese ataque en una cárcel de Bogotá, tras un acuerdo con la Fiscalía, convirtiéndose en uno de los testigos claves del mismo ente acusador para dejar a flote todo un entramado que habría involucrado al crimen organizado. Valverde Rodríguez fue capturado en ese 2015 y en febrero de ese año estaba dando declaraciones a la Fiscalía.
Pero otro testigo clave ha sido el abogado Hinestrosa Mejía, a quien el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Cali le atribuyó credibilidad en un proceso que investigó el asesinato del contador Sarria que al término de 10 años de investigaciones generó la condena contra el presidente del Deportivo Cali, Humberto Arias Bejarano, y contra quien era el mensajero Carlos Alfonso Manrique Lozano, por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones agravado.
Es una condena de 19 años de prisión a cada uno que fue impuesta por el mismo Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Cali, "sin beneficio de la suspensión condicional de la ejecución de la pena ni el de la prisión domiciliaria", como se lee en la sentencia ordinaria 009 y con el número de radicación 76-001-60-99030-2014-00066, conocida por EL TIEMPO.
"Hinestrosa Mejía ofrece un relato verosímil respecto de unas conductas. Porque conoce a los procesados (a Arias Bejarano, Manrique Lozano y un tercero) porque está probado (a través de múltiples documentos) que se trata de un personaje principal en un escenario complejo, ubicado en una posición donde resulta razonable suponer que pudo enterarse de todos estos hechos que ahora incluye en su relato con gran nivel de detalle, no es una persona externa al complejo entramado que describe", explicó el juez en la misma sentencia.
El juzgado también ordenó la pena accesoria de privación del derecho a la tenencia y porte de armas por un término de 15 años en contra de Arias Bejarano y del mensajero que en la investigación fue señalado de haberle entregado el arma al sicario.
"Y yo me bajo a hacer la vuelta y paso por el lado del calvo y la víctima y el calvo me mira, pero él me conocía y seguí hacia hamburguesas (...) y entré y pedí gaseosa y en ese momento recibí una llamada del conductor del carro donde yo estaba y me dijo: “¡Hágale, haga la vuelta!”. Entonces terminé de tomarme la gaseosa y me decidí a matarlo y solté la gaseosa y me fui hacia él y le dije: '¡Quieto!'. Y saqué el fierro y le disparé", es otro aparte del interrogatorio al sicario confeso, preso y condenado, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía, declaración recogida por el proceso judicial en la sentencia de la condena.
Según el Juzgado frente a la condena para Arias Jr. y para quien era mensajero, "se trata, en efecto, de dos personas adultas, respecto de quienes no se ha alegado ni demostrado que sufrieran alguna perturbación síquica o alguna limitante en sus facultades cognitivas que les impidiera comprender la ilicitud de su comportamiento o de determinarse de acuerdo a esa comprensión. Su comportamiento es reprochable dado que ubicados en la alternativa de someter su comportamiento al ordenamiento jurídico o infringirlo optaron por esta segunda alternativa, esto es, actuaron con culpabilidad".
La esposa y las hijas del contador asesinado pidieron justicia
Humberto Arias, presidente del Cali Foto:@AsoDeportCali y @UVerdiblanco
Sarria fungía como contador y conocía al abogado Hinestrosa, quien era el representante legal de los dos hermanos medios de Arias en trámites de sucesión de la millonaria herencia del padre, el reconocido dirigente del Deportivo Cali para la época, Humberto Arias, quien a sus 86 años había muerto el 20 de agosto del 2011, luego de complicaciones en una cirugía por una úlcera en el estómago.
Ese legado habría sido el detonante de un macabro entramado con intrigas, amenazas, atentados y una temida banda del centro de Cali, dedicada a extorsiones, homicidios y tráfico de drogas, la cual, contrató al sicario del contador Sarria, de acuerdo con sus propias declaraciones ante la justicia.
Frente a esta decisión de la condena en primera instancia, la defensa de Humberto Arias Junior, el mayor de los tres hijos y quien administraba los bienes de su padre, procede un recurso ordinario de apelación ante el Tribunal Superior del distrito judicial de Cali, fallo que está pendiente.
El abogado que representó los intereses procesales de las víctimas del delito de homicidio del contador Sarria Posada (la esposa e hijas del occiso) indicó que coadyuvó la intervención del fiscal y reclamó "sentencia condenatoria para los acusados del homicidio del señor Sarria Posada, la cual debe fundarse en la declaración del testigo José Fernando Hinestrosa Mejía".
CALI Foto:Shutterstock
Juez condenó y aclaró por qué no ordenó captura
Sobre por qué Arias no fue detenido, según fuentes judiciales de la Fiscalía consultadas por EL TIEMPO, se debe a que la misma sentencia señala que el artículo 450 del Código de Procedimiento Penal establece: “Si al momento de anunciar el sentido del fallo el acusado declarado culpable no se hallare detenido, el juez podrá disponer que continúe en libertad hasta el momento de dictar sentencia. Si la detención es necesaria, de conformidad con las normas de este código, el juez la ordenará y librará inmediatamente la orden de encarcelamiento”.
"Desde esa perspectiva, el despacho (el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Cali) destaca la ausencia de antecedentes judiciales de Humberto Arias Bejarano (...), parámetros con base en los cuales se abstendrá de ordenar su captura con la emisión de esta sentencia", dice el mismo fallo. Es decir, el juez Tercero Penal del Circuito se abstuvo de ordenar la captura desde el instante de la sentencia con fecha del 28 de febrero de este 2025.
Por eso, cuatro meses después del fallo no está capturado, al tiempo que la defensa del directivo del Deportivo Cali ha sostenido ante la justicia y ha ratificado que su cliente es inocente, que no tiene nada que ver con un arma de fuego que nunca apareció para asesinar a Sarria hace 10 años, además de que desvirtúa las declaraciones que en el proceso ha dado el abogado Hinestrosa Mejía en contra suya, como la persona que habría sido determinante en ordenar el homicidio del abogado con ayuda de quien también recibió la misma condena de 19 años por fabricación y porte de armas, y era mensajero de Arias: Carlos Alfonso Manrique Lozano. Inclusive, la defensa ha señalado a Hinestrosa como el presunto responsable en todo este ataque.
Humberto Arias murió en 2011. Era dirigente del Deportivo Cali. Foto:Deportivo Cali
La millonaria herencia
La fortuna del padre de Humberto Arias ha estado calculada en una cifra que superaría los 150.000 millones de pesos dentro de un testamento que el dirigente deportivo había dejado en 1996, con bienes, como una vivienda y un terreno en la urbanización La Arboleda por más de 1.500 millones, otro terreno de otros 1.500 millones más en una urbanización en el sur caleño llamada El Gran Limonar, así como propiedades de lotes con un bodega en el vecino municipio de Yumbo. También había una propiedad en el barrio San Vicente, en el norte de Cali, al igual que 100 garajes, 43 depósitos, 53 apartamentos de la urbanización Casaloma, en la misma ciudad y cinco locales comerciales. Además, una finca situada en Jamundí, de 16 hectáreas con café y otros cultivos.
El testamento quedó listo en la Notaría Décima de Cali con sus tres hijos como los herederos universales: Humberto Arias Bejarano y los hermanos medios (por diferentes mamás) Carlos Humberto Arias Guinand y Christian Bryan Arias González. El 42% era el porcentaje para Humberto y Carlos, y el 16 %, para Christian.
Humberto Junior, un economista de 50 años cumplidos el pasado 23 de mayo, y Carlos tienen la misma edad. Solo se llevan tres meses de diferencia.
El 31 de marzo de 2010, un sicario le disparó dos veces a Carlos Arias Guinand, cuando entraba a un local comercial de su familia. Uno de los disparos fue hacia la cabeza, en el rostro. Luego, en el suelo recibió el segundo impacto. Al sobrevivir, el hermano medio, que se había ido de la casa paterna a los 16 años para vivir con la mamá, decidió exiliarse en Tampa, en el estado de Florida, en Estados Unidos. Desde allí, los trámites de la sucesión los hacía a través de su apoderado, el testigo de la Fiscalía y cuya declaración pesó para el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado en la condena de Arias: el abogado Hinestrosa Mejía, que está preso.
En ese momento, ya las relaciones entre los tres hermanos estaban deterioradas. Estos últimos decidieron que Hinestrosa los representara en el litigio, en el que han habido señalamientos de supuestos traspasos como donaciones a la familia de Arias Jr con su esposa y sus hijos.
Además, por el testimonio del abogado Hinestrosa se habló de que Arias Bejarano habría acudido presuntamente a una notaría en Jamundí para supuestamente alterar documentos y hacer los traspasos, quedando como el único heredero de los bienes. En la investigación hasta ahora esta acusación no ha sido probada y la defensa de Arias en el proceso ha sostenido que hubo acuerdo con los hermanos.
Lo mataron no uno, sino varios golpes y no el disparo: 'Por eso, no hubo pago', dijo el sicario
El resultado del examen practicado por el médico forense en el cuerpo del contador arrojó signos de trauma contundente en la cara izquierda y antebrazo, pero también, un golpe en la cabeza. Ese trauma es el que habría causado la muerte de Sarria y no el disparo que afectó un pulmón. Este golpe en el cráneo causó un coágulo, "ese hematoma subdural que es ocasionado por un trauma contundente, es el que produce la muerte", dice el Juzgado al recoger los testimonios y pruebas en el caso.
La investigación dio, pues un giro: Sarria recibió no solo un golpe, el que fue fatal. Recibió más de uno que no han podido ser aclarados, dejando interrogantes sobre cómo y en dónde ocurrieron.
Según el Juzgado, en la investigación no se logró comprobar que el contador Sarria hubiera muerto por el disparo "en el tórax superior, con laceración de pulmón homolateral, entonces en el tórax izquierdo".
El sicario Jerson Javier Valverde Rodríguez, que aceptó haber disparado a Carlos Alberto Sarria, reveló en 2016 a la Fiscalía desde el mismo momento en que fue capturado que no recibió el pago de los 2 millones de pesos porque no había cumplido con el encargo.
De acuerdo con Valverde Rodríguez, la 'banda del Obrero' o 'los del Obrero' -nombre del barrio en el centro de Cali, que en ese 2015 era liderada por alias Lucrecia, hoy de 61 años-, lo contrató para asesinar al contador y vinculó en su testimonio al mensajero de Arias, como la supuesta persona que se habría reunido con él en un Mazda QP para entregarle el arma.
Dijo que sabía qué roles desempeñaban algunos integrantes de la banda, como 'Lucrecia' y alias Yayita, ambas caleñas, que fueron señaladas por la Fiscalía como presuntas coautoras del asesinato del contador. Ellas y más miembros de la banda fueron parte de más de una docena de capturas por la Policía Metropolitana de Cali en 15 allanamientos, en 2016, o sea, al año siguiente del asesinato del contador. La Policía informó que durante ese tiempo hubo pesquisas del área de inteligencia, determinando que las armas de la banda no tenían permiso.
Cali será sede de la COP16, la cumbre más grande de biodiversidad del mundo. Foto:JUAN PABLO RUEDA / CEET
Un intento de asesinato y luego el ataque
Según el interrogatorio a Valverde, durante la investigación, hubo dos momentos para cometer el homicidio. Inicialmente, habría estado planeado ejecutarlo cerca de la clínica Imbanaco, en el sur de Cali, pero como había mucha gente, no sucedió.
Posteriormente, el asesinato quedó programado para ese sábado 24 de enero de aquel 2025, después del mediodía.
En este punto entró el testimonio del abogado Hinestrosa, quien, como lo señala el proceso, aseguró que el mensajero de Arias se reunió con él ese sábado horas antes, entrando otro involucrado en el proceso, un administrador que sería cercano al dirigente deportivo y quien fue exonerado de los cargos como la persona que habría insistido a Hinestrosa en que estuviera con el contador en el parque del Perro durante el momento del ataque.
El Juzgado recogiendo ese material probatorio señaló que el arma había sido entregada al sicario, de acuerdo con sus declaraciones.
Diez años después del asesinato del contador Sarria, alias Lucrecia y alias Yayita fueron absueltas de homicidio, y en los cargos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones y de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Cali declaró la prescripción de los mismos en sus casos. Dos hombres más, como presuntos integrantes de la 'banda del Obrero', capturados en 2016, también fueron absueltos.
La defensa de Arias y del mensajero, ambos condenados
La defensa de Humberto Arias Bejarano, Carlos Alfonso Manrique Lozano y del administrador acusado de participar en el caso cuestionó la veracidad de la declaración del abogado Hinestrosa en sus argumentos ante el Juzgado Tercero.
Dicha defensa "impugnó la credibilidad de este testigo presentando una contraprueba respecto de su afirmación de que no había sido él, Hinestrosa Mejía, quien firmó un documento que le fue puesto en las manos en el curso de su declaración. El documento en particular se denomina 'Aclaración de la partición de la sucesión del causante Humberto Arias', y fue protocolizado en escritura pública 0345 del 11 de febrero de 2016, de la Notaría Sexta del Círculo de Cali. La Defensa solicitó y obtuvo autorización para ofrecer como prueba de refutación de la afirmación de este testigo, la declaración de un perito, un grafólogo forense quien efectivamente concluyó que la firma que se había estampado en el documento dubitado efectivamente coincidía con otras que se le habían ofrecido para su evaluación. Esta conclusión, pese a su claridad y contundencia, es irrelevante frente al propósito central del debate probatorio".
En dicha defensa de Arias y de Manrique Lozano, conforme con el proceso llevado en el Juzgado y según la misma sentencia que recogió apartes de la misma, se indicó haber solicitado la prescripción de los delitos de falsedad documental y estafa agravada. "Para ello rememora que la imputación de estas dos conductas se surtió para sus representados el 2 marzo de 2016. La falsedad documental tiene una pena máxima de nueve años de prisión por lo que en aplicación del art. 83 del Código Penal, la acción penal para este delito habría prescrito el 3 septiembre de 2020. Similar situación ocurre para el delito de estafa agravada para el que se prevé una pena de 12 años de prisión, con lo que la prescripción de la acción penal respecto de esta infracción se habría producido el 3 de marzo de 2022".
Con respecto al delito de homicidio agravado por el que fueron acusados, pero del que ambos quedaron absueltos, la defensa alegó que "acometiendo ya el análisis de las pruebas, resalta que, a partir de la declaración de un testigo ofrecido por la Fiscalía, el médico legista que examinó el cuerpo sin vida del señor Carlos Alberto Sarria, no resulta acorde con ese resultado probatorio que la Fiscalía siga sosteniendo, como lo hizo en sus alegatos finales, que la muerte de este ciudadano se produjo por proyectil de arma de fuego y no por un golpe en su cabeza que le generó lesiones que llevaron a su deceso".
"Destaca así mismo, lo que considera anomalías en el desempeño probatorio de la Fiscalía (en la investigación y en el juicio), pues nunca apareció ni el arma ni el proyectil que supuestamente provocaron la muerte del señor Sarria Posada, y tampoco aparecieron los resultados de una prueba de residuos que se habría practicado al confeso asesino del contador, el señor Yerson Valverde. En esas falencias se apoya este defensor para postular una hipótesis alternativa a la presentada por la Fiscalía de acuerdo con la cual quien habría dado muerte al señor Sarria no sería Valverde si no José Fernando Hinestrosa Mejía, por los intereses que él tenía en que ese resultado se produjera", dijo la defensa al Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Cali.
"Según este defensor, en el trámite de la sucesión de Humberto Arias García se logró, no sin múltiples negociaciones, que los hermanos de Humberto Arias Bejarano, Carlos y Cristian, le cedieran a él sus derechos herenciales, razón por la cual, el trámite sucesoral que originalmente venía tramitándose en un juzgado, siguiera su curso de manera más expedita en una Notaría en Jamundí. Esa fue la razón, explica el defensor, para que se presentara ese poder en esa oficina pública donde Humberto Arias Bejarano, a través de apoderado, se presenta como sucesor universal de su padre y afirme que se trata de una sucesión intestada, pese a que originalmente su padre otorgó testamento. Todo esto con el conocimiento de sus dos hermanos, a través de los apoderados que habían constituido para esta negociación", se lee en la providencia sobre la defensa de ambos condenados por el único cargo vigente para ellos: el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones agravado.
En esta semana, cuando el país se enteró de la sentencia de 19 años de prisión por porte de armas, la sección Deportes de EL TIEMPO se comunicó con Arias Bejarano, quien habló de la difícil situación por la que pasa el conjunto vallecaucano. Arias habló de todo, pero no tocó el tema álgido, luego de enfrentarse a dicho fallo.
No obstante, la sección Deportes de este diario al contactar previamente a Arias Bejarano, respondió con un texto de cuatro puntos, a través de su abogado, Juan Manuel Valcárcel.
Según esta comunicación, calificó lo sucedido como "campañas infundadas de desprestigio que, en lograr de arrojar claridad sobre los hechos, los empañan", relacionadas con la publicación de la auditoría forense que pagaron los socios del Deportivo Cali y que Arias puso en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación, que inicialmente desestimo el caso y que en mayo decidió desarchivarlo.
Arias y Valcárcel dieron su interpretación de la norma: "Cuando el numeral 5 del artículo 39 en mención hace referencia a procesos disciplinarios o penales, se contrae a un concreto y específico contexto, cual es el de las actividades relacionadas con el objeto de la norma, esto es, el deporte".
A la contrapregunta de la existencia de la condena de 19 años en contra de Arias y cómo esto podría afectar su continuidad como presidente, no hubo respuesta ni del dirigente ni de su abogado.
El hoy presidente del Deportivo Cali fue señalado en 2016 de los presuntos delitos de estafa agravada y de falsedad en documento privado, pero en el fallo de la condena de 19 años de prisión por porte de armas, el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de la capital del Valle ordenó la prescripción de estas acciones penales.
"En consecuencia, al cobrar firmeza esta decisión se archivará la actuación que se viene adelantando respecto de los delitos en los que se ha efectuado esta declaración", indicó el Juzgado.
A su vez, el juez también decidió absolver a Arias Jr. y a Manrique Lozano de los restantes cargos formulados en su contra por la Fiscalía General de la Nación, entre ellos, homicidio agravado.
REDACCIÓN CALI
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